domingo, 2 de febrero de 2014

Buenos Aires

     Para llegar a Buenos Aires batimos el record de travesía en bus, 19 horas. Empieza a gustarnos viajar en bus-cama, puedes leer, ver unas pelis, te sirven la comida, no hay que fregar platos y los sillones son más cómodos que algunas literas de los hostel. Tuvimos que hacer una paradita para arreglar el alternador del bus pero no hubo mas incidentes en el camino.
     Teníamos reserva de dos noches en un hostel del barrio de Palermo y tenía buenas votaciones así que nos acomodamos y fuimos a visitar Palermo y parte del barrio de Recoleta. Palermo es conocido por sus parques, el Tres de Febrero es el más grande y le llaman los bosques de Palermo, el que más nos gustó fue el Rosedal, en él había un bonito patio andaluz. Palermo también es una zona de compras con muchas tiendas, es uno de los barrios mas "chic" y caros de la ciudad.
    Durante el camino pasamos por el parque de las naciones donde está la Floraris Genérica, una flor hecha de acero y aluminio que mide 23 metros de alto, cierra sus pétalos durante la noche y los abre al amanecer.


     De vuelta al hostel cenamos y cuando nos fuimos a la cama nos encontramos a unos chicos daneses que habían visto chinches en la cama, ohh! Malas noticias, ellos se fueron esa misma noche pero nosotros decidimos irnos a la mañanas siguiente porque nos dieron otra habitación.  Así que gracias a las chinches llegamos a La Rayuela, un hostel más céntrico y donde nos hemos sentido como en casa. Los dueños, Cristian, Camila y Fernando fueron más que amables con nosotros, además la gente que había hospedada era muy agradable, argelinos, estado unidenses, chilenos ...


     La calle principal de Buenos Aires es la Avenida 9 de julio, ésta dicen que es la avenida más ancha del mundo, así que la recorrimos hasta llegar a Recoleta para visitar el cementerio, una verdadera obra de arte donde están enterradas grandes personalidades como algunos presidentes y Eva Perón, cuya tumba es la más visitada por los turistas pero la mas austera, la tumba más económica cuesta unos 25.000 $, de hecho Evita se encuentra aquí por una concesión de unos familiares. Hicimos una visita guiada y el chico nos contó muchas anécdotas.











      El Domingo fuimos al Mercado de San Telmo, es uno de los mercados mas bonitos que hemos vistos, es muy muy grande y está formado por artesanía de todo tipo. Llegando a la plaza Dorrego está la parte de antigüedades, cachivaches inútiles para la mayoría menos para los coleccionistas. Por el camino visitamos el Zanjón de Granados, un antigua casa colonial que cuando fue abandonada por su familia española se convirtió en un conventillo y ahora se ha fundado un museo privado. Los conventillos fueron las casas coloniales ocupadas por los inmigrantes europeos, en los que se hacinaban varías familias una en cada habitación. Las familias adineradas abandonaron el barrio de San Telmo huyendo de la fiebre amarilla y así se formo el rico barrio de La Recoleta. De hecho todavía existen en San Telmo conventillos. En este barrio también está el monumento a Mafalda el cual es una muñeca grande de Mafalda sentada en un banco pero no pudimos hacernos una foto con ella porque estaba atestado de gente esperando para hacerse una foto y con el calor que hacía no nos apetecía hacer cola.


     Saliendo del mercado central de San Telmo nos encontramos con el típico bareto de toda la vida con una parrilla de leña llena de toda clase de carne y no dudamos en comer allí, la difícil decisión fue elegir entre chorizo, morcilla, entraña, vacío, cuadril,... ummm buenísimo!



     Más tarde fuimos a la plaza de mayo donde está la casa rosa, la vivienda de la presidenta. Está toda vallada, suponemos para poder fotografiarla o filmarla sin que aparezca la ingente cantidad de pancartas de protesta, gente en huelga de hambre o los campamentos que hay montados en toda la plaza.







     Con mucha mala suerte Jose se torció el tobillo en Puerto Madero, la parte del rio donde está el puente de Calatrava y la fragata Sarmiento. Por tanto los dos siguientes días estuvimos tranquilitos para que Jose se recuperara. El hostel era un desfile de cojos ya que Cristian estaba operado de la rodilla y James un chico de EEUU también cojeaba por un pie, alguno pensó que habíamos tenido un accidente juntos.  En el hostel tuvimos una noche fiesta de cumpleaños de Camilo un chico que trabajaba allí y estuvimos hasta tarde y otra tuvimos asado argentino, cocinado por Eugenio, un amigo argentino de Cristian,  que cocinó entraña y una paleta de lujo acompañados de vino argentino riquísimo, bueno uno no estaba tan bueno y se llamaba Leo (es el de Messi :((( y sin balón de oro se le habrá avinagrado jajaja).











  
     Cuando Jose estuvo mejor fuimos a la Boca con Edu y Julio, dos chicos de Guatemala. La Boca es el colorido barrio donde antiguamente arreglaban los barcos. Las casas son de chapa de diferentes colores porque utilizaban los restos de pintura de los barcos para sus fachadas. Sus calles están llenas de restaurantes con parejas bailando tango y de hombres y mujeres vestidos con el traje para hacerte una foto con ellos por el precio de 4 euros así que nosotros los imitamos y nos hicimos unas fotos con poses de tango aunque muy profesionales no parecemos. Nos comimos un buen choripan y varias Quilmes bien frías antes de ir al estadio del Boca Juniors. Dentro tienen una estatua de su más ilustre jugador Diego Armando Maradona, la visita guiada al estadio era más tarde y al final no pisamos el cesped, tampoco era primordial para nosotros. Hay que decir que en Argentina el futbol se vive de más, ahora mismo solo puede entrar al estadio la afición del equipo local para evitar que se maten con la del visitante, pero nos cuentan que para pegar a alguien se van a la plaza del obelisco a zurrarse con la policía.










      Después fuimos a la librería Ateneo, una de las cinco más importantes del mundo. Ésta fue un antiguo teatro y es impresionante, tiene una cafetería en la parte del escenario y  consta de dos plantas, la segunda se corresponde a la zona de palcos. Después de tomarnos un cafetito y algunos unas birras, hay que decir que los guatemaltecos beben tela, reconocido por ellos ;), volvimos al hostel en subte ya que aún no habíamos usado el metro de BA.


     El último día íbamos a ir a unas clases de tango con milonga incluida pero como Jose tenía mal el pie lo cambiamos por ir tomar un café a El Café Tortoni, el más antiguo de la ciudad, donde se reunían los ilustres de principios del siglo XX, siempre hay cola para entrar. También pasamos por el museo del Cabildo donde conocimos un poco más de historia de la ciudad. Para terminar, como la pizza es muy típica en la calle Corrientes de Buenos Aires nos comimos una hecha en el horno de leña del Rey de la Pizza, nos pusimos hasta las botas, son pizzas de las gordas y con mucha mozzarela, de las mejores que hemos probado.




     Tocaba volar a Ushuaia a las cuatro de la mañana asi que ibamos a tomar el bus al Aeropuerto pero Cristian y Camila se ofrecieron a llevarnos. Sos los mejores :)  Si alguien viene a Buenos Aires no dudéis en venir a La Rayuela hostel.
    
    

2 comentarios:

  1. Soy Lidia.... Me he puesto al día!!!! Me han gustado mucho las fotos de buenos Aires.. Tomó mota para algún día...... Poder ir. Cada vez q os leo me alucina más el viaje. Y la capacidad de conocer gente q teneis. Creo q a mi me costaría un montón.. Besitos

    ResponderEliminar
  2. Cuando nos toque la loteria volveremos todos. Un beso Guapa :)))))

    ResponderEliminar