lunes, 9 de diciembre de 2013

Paracas, lluvia de arena

     Paracas, del quechua para = lluvia y aco = arena, lluvia de arena, nos ha sorprendido. Aparentemente es un pequeño pueblecito costero, entre mar y arena como cualquier otro. Pero más allá de lo que tu vista alcanza, se encuentran las Islas Ballestas una parte de la reserva nacional de Paracas y la primera reserva marina del Perú. En ella se observan miles de aves, pingüinos y leones marinos. Están respetado su equilibrio regulando la entrada de turista sólo a través de barco, y explotan la isla de manera sostenible obteniendo el guano de forma controlada cada cinco años y solo se le permite el acceso durante tres meses a unos pocos trabajadores para su extracción, aunque esta es cada vez más escasa.


Se dice que la bandera de Perú tiene el color rojo y blanco porque cuando San Martín desembarcó en Paracas, vio a los flamencos de color rojo y blanco, tanto le fascinó esta vista que decidió dejarlos plasmados en la bandera.  











De camino a las Islas Ballestas, desde el barco pudimos observar el Candelabro, es un geoglifo del que se desconoce su origen, el cual se creé que tiene relación con las líneas de Nazca. Como siempre hay quien afirma que lo hicieron los extraterrestres :). Tiene unos 2500 años de antiguedad y debido a que ha cristalizado la superficie se mantiene pese a la dura erosión de la zona.



     

     También fuimos a la Reserva Nacional de Paracas, un extenso desierto de dunas y playas que son lugar de descanso y alimentación para especies migratorias. Como dato curioso, podemos contaros que la carretera dentro de la Reserva estaba hecha de sal (de mesa) pero tras el terremoto de 2007 quedó totalmente destruida, por tanto volvieron a construirla otra vez pero con sal bruta (no apta para el consumo) la cual es más resistente. Aparentemente parece una carretera normal ya que ha perdido el blanco por el paso de los vehículos y a tomado el color grisáceo.




     A la hora de almorzar pudimos disfrutar de una Jalea en una mesa con vistas a una playa repleta de barquitos de pescadores con la compañía de los pelícanos. ¿Qué es una Jalea? Es lo que nosotros conocemos como una fritura de pescado, pero ya podéis imaginar lo bueno que está el pescado de ésta reserva. Después estuvimos paseando con un chico Italiano que conocimos allí e intentando plasmar en fotografías la belleza de este lugar. La verdad es que se nos hizo corta la visita, otra opción sería hacerlo por cuenta propia en bici o acampar allí y poder disfrutar de flamencos y demás aves del lugar. Para próximas visitas intentaremos hacerlas solos y alternar un poco con los tour.


Vistas a la catedral, que se ha caído y ha quedado en un peñon :(


     
Disfrutando de una jalea
     Cuando llegamos al hostel nos dimos duchita e intentamos actualizar el blog. En esto conocimos a Mónica, una chica alemana que había  pasado algún tiempo en Granada, casualidad que cuando salimos al pueblo a verlo y cenar nos encontramos con ella y su novio y cenamos juntos. Lo pasamos muy bien y ya tenemos a quien visitar en Munich, nos ofrecieron su "couch", osea un lugar donde dormir cuando vayamos.





   





1 comentario:

  1. Las fotos de los animales os han quedado muy bien.mi favorita la del pelicano!!vaya como se puso José de jalea se nota que aún no estaba malo jijiji

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