miércoles, 11 de diciembre de 2013

Ica, entre viñedos y desierto

     Salimos de Paracas en el bus de las 07:15 pero como venía de Lima se retrasó media hora, mientras tanto Jose saludó a un viajero con el que habíamos compartido excursión el dia anterior, y resultó ser GRANAINO. Los primeros españoles que nos encontramos y son de nuestra tierra, Fernando y Rafaela, él se mueve en el mundo de la televisión local y seguro que hará un gran vídeo de su viaje por Sudamérica. Les deseamos lo mejor.
Granainos por el mundo


     En Ica no había gran cosa que visitar porque el terremoto de 2007 derrumbó la parte antigua de la ciudad por tanto nos dirigimos a Huacachina.
     Huacachina era un antiguo oasis en medio del desierto cuya laguna, al igual que las otras tres que le rodeaban se secaron por los pozos abiertos para el regadio de la agricultura, de la cual vive la población de Ica. Ésta es la única que se mantiene con agua artificial. Fuimos a Huacachina con un taxista que nos comentó que tenía tres trabajos para poder pagar la escuela privada de su hija, ya que según él la escuela pública en Perú no es de calidad.



     Por la mañana fuimos a visitar dos bodegas de pisco una al estilo industrial, Vista Alegre y otra tradicional, El Catador. El Pisco es un destilado extraído directamente de la uva, en concreto de la uva Quebranto que es una mezcla que introdujeron los españoles desde Canarias. Así que él Pisco no es ni de Perú ni de Chile sino español. La pareja chilena con la que compartimos la visita tenían una pequeña disputa con los peruanos por el origen del Pisco.

15.000 litros de vino, que pechá vino


  
     La palabra pisco significa en quechua pájaro. En la época Inca en esta zona había unos destacados alfareros, a éstos se les llamaba piscos porque había muchos pájaros en ese área. Como este vino se terminó guardando en sus vasijas, llamadas piscos, al final la bebida terminó adquiriendo este nombre.
   
     Cuando terminó la visita y tras la cata de vinos nos fuimos "to curaos" (que significa borrachos en chileno) a comer un lomo saltado con esta pareja chilena, la cual nos enseñó el vocabulario necesario para cuando lleguemos a Chile.

    

   

Por la tarde nos dirigimos a coger nuestro buggy para adentrarnos en el desierto. La experienza fue mejor de lo que esperábamos una subida de adrenalina como la que se puede sentir en la montaña rusa pero real y con un paisaje de dunas de arena de hasta 800 metros.



   
     El buggy hizo varias paradas para hacer sandboard. Nos deslizamos con una tabla por las dunas, tumbados ya que de pie podía ser peligroso y no queremos continuar nuestro viaje con una pierna rota.
     Después de este día agotador cogimos un bus de 18 horas hacías Cuzco, un viaje horrible para Jose, pero eso ya os lo contaremos en el próximo post.
   

1 comentario:

  1. Mari,nunca te he visto posar tan "chechi". Pablo dice que la expresión de to curao será porque el alcohol todo lo cura jijij.besossssssss

    ResponderEliminar