martes, 3 de diciembre de 2013

Lima, taxis y bocinas

     Nos ha costado encontrar el momento pero aprovechamos nuestro trayecto a Paracas e Islas Ballestas para contaros algo de  estos dos días, que principalmente han sido para descansar y ajustar el reloj biológico, que esta dislocado, ya que llevamos dos dias que nos hemos despertado a eso de las 6:00 con los ojos como platos.

     El vuelo desde Madrid salió algo retrasado pero no se hizo muy pesado pese a durar 13 horas. Tomamos un taxi dentro del aeropuerto, ya que habíamos leido que podía ser peligro y un chico allí nos lo confirmó. Tenemos que decir que por las zonas y horas que nos hemos movido no nos ha parecido una ciudad insegura, además la gente ha sido más que amable con nosotro, pero es una ciudad en la que la violencia esta a la orden del día.

       Hemos paseado por Lima con la compañia de Ricardo, un chavalillo ;) argentino muy majo que conocimos en el desayuno del primer día en el hostal y al cual esperamos volver a encontrar más adelante, quien sabe si en La Rioja, pero en la argentina, donde también hay buenos vinos. 
 
      Nuestra primera toma de contacto con Lima fue en la zona del centro histórico, la cual se sitúa alrededor de la plaza de armas, pero no pudimos estar mucho en ella porque la policía estaba esperando una manifestación,  y aunque los policías parecían sonrientes, pudimos comprobar más tarde en una exposición de fotos que se pueden escapar golpes y fuertes. A las doce del medio día en el palacio de gobierno, se produce el cambio de guardia al estilo Backinham Palace, con canciones populares y trompetas. 








  Tenemos que decir que la ciudad nos ha parecído un poco caótica. Esta toda en obras, taxis a millares, cruzar una calle puede ser una aventura y hay una bonita costumbre de tocar la bocina hasta para saludar al vecino, de hecho hemos visto carteles en la ciudad en la que se multa por hacer un uso indebido de la misma. NI CASO.










De vuelta a Miraflores degustamos nuestro primer ceviche, tipico plato peruano acompañado de un pisco sour. Como picaba el ceviche!










 Para la tarde dejamos la zona del centro comercial Larcomar y del parque del amor para ver la preciosa puesta de Sol desde los acantilados.







     










  Y una vez llegada la noche dimos un paseo por el barrio bohemio de Barranco, aunque a nuestro parecer el barrio se ha convertido en calles repletas de bares y pubs para el turismo. En este barrio se encuentra el Puente de los Suspiros llamado asi por la cantidad de romances que se han vivido alli. Un poco mas abajo y desde la playa hay una bonita panoramica de la Cruz del Chorrillo y del Cristo del Pacifico.

Cruz del Chorrillo
Vista nocturna playa Barranco




 
  





















     Al dia siguiente visitamos las ruinas de Huaca Pucllana de la civilizacion Lima y el mercado de artesanias en el cual hay cosas muy bonitas pero no podemos comprar nada porque no podemos cargar con mas cosas en la mochila ¡Que pena!



Nos dejamos cosas que contar y que ver. Lima es una ciudad muy grande, pero estabamos pensando en otras cosas y queriamos huir de grandes ciudades. Actualizar el blog va a ser complicado desde el móvil, los ordenadores de los hostales o están ocupados o van lentos. Tened paciencia y perdonad los acentos, este teclado está en chino mandarín :))).  Besos y abrazos a todos.

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